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La cuarta revolución industrial no ha hecho más que empezar.

La Industria 4.0 era sólo un engaño de marketing: por qué sólo el avance de la "IA generativa" es en realidad el gran salto tecnológico e impulsor de la cuarta revolución industrial, que traerá cambios fundamentales a la producción industrial y a la sociedad.

En una revolución no se deja piedra sobre piedra. Esto distingue la revolución de la evolución, en la que una piedra se coloca sobre otra hasta crear algo nuevo. Una revolución requiere una chispa de ignición, un impulso externo, un acontecimiento desencadenante. RealizaciónSobre esta base se desarrolla gradualmente la solución más adecuada.

Por eso, lo que desde hace poco más de diez años conocemos como "Industria 4.0" no era más que una evolución. La revolución se está produciendo ahora: Con la explosión del rendimiento de Inteligencia artificial (IA) en la Industria 4.0. ¿Por qué creo que es así?

 

Las revoluciones industriales se deben a saltos tecnológicos

Cada uno de los las tres primeras revoluciones industriales se remontan esencialmente a un salto tecnológico que ha modificado masivamente los procesos de producción. No se trata de mejoras técnicas detalladas, sino de tecnologías verdaderamente universales que se han ido abriendo paso poco a poco en todos los ámbitos del trabajo y la vida.

Las consecuencias fueron cambios de gran alcance en los procesos sociales y los flujos de trabajo. Desaparecieron grupos profesionales enteros porque se volvieron superfluos. Al mismo tiempo, surgieron campos de trabajo completamente nuevos con descripciones de funciones hasta entonces desconocidas.

Todo el mundo se da cuenta de que todo esto faltaba en la "Industria 4.0". No obstante, merece la pena echar la vista atrás: ¿cuáles fueron los saltos tecnológicos decisivos que condujeron a las revoluciones 1 a 3? Entonces quedará más claro por qué la inteligencia artificial o IA industrial es en realidad el pistoletazo de salida de la cuarta revolución industrial.

 

Primera revolución industrial: la máquina de vapor

En Primera revolución industrial era de naturaleza mecánica: En su centro estaba la máquina de vapor, desarrollada de forma decisiva por James Watt en 1769 y que permitió la transición de la manufactura a la producción industrial en masa. Su uso tardó unas décadas en imponerse, pero una vez que lo hizo, resultó indispensable. Cada ferrocarril que trasladaba mercancías producidas en masa y a las personas que las acompañaban de un rincón a otro del mundo, cada barco de vapor que surcaba los ríos y los mares era una señal de movimiento y de acción para la victoria de la primera revolución industrial.

 

Segunda revolución industrial: la electricidad

En segunda revolución industrial era eléctrico. También en este caso el invento tardó en desarrollar su potencial revolucionario. Las ventajas de telegrafiar mensajes de A a B, por qué una máquina eléctrica tiene a veces más sentido que una de vapor, y el hecho de que la electricidad sea en definitiva más eficaz que el petróleo o el gas para el alumbrado: todo esto no se reconoció como mínimo común denominador hasta principios del siglo XX.

En las fábricas, la introducción de la cadena de montaje por Henry Ford se considera el pistoletazo de salida de la producción electrificada: la "cadena de montaje mecánica" aumentó desmesuradamente la productividad de la producción automovilística e hizo asequible la movilidad individual -con el nuevo invento del motor de combustión como motor de la reinvención del turismo- a amplios sectores de la población. El hijo del vigilante nocturno, que todas las noches encendía las farolas de gas en las ciudades, trabajó a destajo en la cadena de montaje, o mejor dicho, aprendió enseguida la nueva profesión de electricista.

 

Tercera revolución industrial: el microprocesador

En tercera revolución industrial era digital. Ya se llamara procesamiento electrónico de datos o tecnología de la información, en los años 70 los ordenadores empezaron a trabajar en todas partes donde antes sólo lo hacían los humanos.

El salto tecnológico decisivo en esta revolución industrial digital fue el desarrollo de los microprocesadores en los años 70, que convirtieron máquinas de calcular que llenaban habitaciones en dispositivos transportables. Es bien sabido que esto se convirtió rápidamente en la tecnología universal de nuestro tiempo: De los ordenadores personales a los controladores lógicos programables, de la World Wide Web a los cepillos de dientes eléctricos... cuando los suministros de chips de Asia empezaron a fallar durante la confusión de la cadena de suministro de la pandemia, toda la economía mundial empezó a tambalearse.

 

¿Industria 4.0? La digitalización ya era hora

Y luego está lo que conocemos desde la Hannover Messe de 2011 como el Industria 4.0 saber: Se refiere a la "digitalización integral de la producción industrial", es decir, nada menos, pero tampoco nada más que la realización generalizada de lo que comenzó con la tercera revolución industrial.

Bueno... es la primera revolución que se proclama sin una chispa técnica, sin un verdadero hito tecnológico. Es un honorable esfuerzo por dar piernas a un paso necesario, lento y largamente esperado. A la Industria 4.0 le falta simplemente la tecnología universal que podría cambiarlo todo.

 

Inteligencia artificial: catalizadora de la cuarta revolución industrial

En la actual Industria 4.0, este Salto tecnológico ya está aquí. Desde que OpenAI lanzó ChatGPT a finales de 2022, no ha pasado un día sin que aparezcan nuevas e impresionantes herramientas de IA. De un plumazo, la inteligencia artificial ha entrado en un área que antes estaba reservada a los humanos: encontrar soluciones creativas para especificaciones no estructuradas. El potencial de la IA generativa en la Industria 4.0 aún no puede estimarse.

Aunque actualmente nos encontremos en la cúspide de la curva del hype, en una "meseta de expectativas exageradas", y sea de esperar un crash como consecuencia; aunque la sospecha de que dentro de cinco años ya no habrá 300 programadores en el mundoen el mundo, porque entonces las herramientas de IA serán capaces de escribir cualquier código, aún está por demostrar; aunque la nueva profesión de "prompt writer" sea tan nueva que ni siquiera existan aún cursos de formación para ella; aunque apenas esté empezando a cristalizar qué aplicaciones en la producción industrial pueden casar robótica y automatización y hacernos olvidar la escasez de trabajadores cualificados - la IA industrial será la tecnología universal que dará la vuelta a todas las piedras y las colocará en un lugar nuevo.

 

La IA industrial como nueva revolución industrial: el desarrollo es irreversible

Por eso lanzamos el proyecto www.industrial-ai.at

Aún no sabemos adónde nos llevarán las aplicaciones de la IA. Sólo podemos empezar a prever dónde cambiará la producción industrial en particular. Pero estamos convencidos de que el desarrollo es irreversible. Si puede haber una moratoria sobre los desarrollos de IA, qué podrá regular en la práctica la Ley de IA de la Unión Europea: Nada de esto es aún previsible.

Informaremos, debatiremos, analizaremos y tematizaremos. Queremos hacer visibles las oportunidades, señalar los avances no deseados, presentar casos de uso y modelos de negocio que hagan posible la formación continua, que aún está en pañales, porque es la única manera de garantizar la competitividad.

En Cuarta revolución industrial empieza ahora, contigo y con nosotros.

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